Hoy fue un día perfecto para ir a la playa en la mañana. A veces creo que la única sensación que puede superar a sentir la arena y el agua en tu piel podría ser enamorarse, fuera de eso, no creo que algo lo supere.

Pasamos la mañana platicando, descansando, soñando e inventando vidas. Nuestras y ajenas. Fue una gran mañana en compañía de Rosa y Yoshio. Dos personas muy importantes para mi.

Ahora me encuentro preparando todo para recibir a una parte de mi equipo, Isaac, Jimel, José, Diana, Fany y Christian. Haremos una pequeña cena en mi casa y después aventaremos las lámparas de cantoya que construímos ayer. *Sigo muy emocionada al respecto*

Aquí les dejo una frase para que reflexionen al respecto: