amorana garcía ibarracolumnasdepresióndesamorestá bien estar mallas princesas tambien escribenlas princesas también escriben
Está bien estar mal.
Hoy me siento bien. Estoy bien. Pero no siempre ha sido así.
Y es que justo como lo escribí en uno de mis textos, "para dejar de sentir, primero hay que sentir".
Es por eso que entiendo que está bien estar mal.
Vivimos presionados por sentirnos bien y estar al 100% frente a todos. Nos da miedo mostrar debilidad o vulnerabilidad.
Con el tiempo (y con caídas) he aprendido que estar mal es parte del proceso que nos lleva a estar bien, que aunque suene loco, estar mal es una buena señal.
A veces, es incluso vergonzoso admitir que algo nos tiene abrumados, creemos que nuestros males no son "suficientes" como para hacernos sentir mal. ¡Y lo son! No necesariamente tenemos que estar pasando por la peor desgracia en el mundo para no estar bien. Todo lo que nos afecta emocionalmente, es lo suficientemente grande e importante.
Si algo te incomoda, deja que te incomode. Si algo te duele, deja que te duela. Si algo te enoja, siente el enojo. No lo evites, no lo ignores. ¡Vívelo! Respeta tus sentimientos, entiéndelos, siéntelos y entonces, después podrás dejarlos ir.
Lo bueno de estar mal, es que tocar fondo es saber que no queda más opción que volver a subir, volver a estar bien.
La vida es para eso. Para aprender, para sentir, para vivir.
Hoy me siento bien. Estoy bien. Pero no siempre ha sido así ni será así.
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