Foráneos.

by - abril 13, 2012


Hola, hola.
El día de ayer nos dejaron una actividad en la escuela en la que teníamos que escribir por equipos un texto con tono ligeramente sarcástico. Mi equipo estaba formado por Vanesa Hernández, David Chávez y su servidora. A continuación les comparto el texto:


Foráneos.

En un triste ir y venir en búsqueda de una buena universidad y experiencias nuevas por vivir, pollitos foráneos dejan su nido para buscar refugio en lo que ahora será su nuevo hogar.
Después de una triste despedida a tu ciudad natal, horas de camino se hacen presentes para finalmente llegar a ese lugar extraño que será tu nueva vida.
El primer día, con rutas desconocidas y empujones, logras llegar a lo que sería la nueva universidad. Con sonrisas desesperadas en búsqueda de comprensión, intentas buscar el salón correcto, buscas miradas de aceptación que te digan "si, aquí es", pero nadie lo hace.
Tu mirada se enfoca en tu alrededor, te preguntas si eres el único que se siente así de incómodo, buscas entre todos quién será tu nuevo amigo, no lo sabes.
Para tu mala suerte, el maestro te elige como el primero para presentarse, claro, después de todo, todavía tienes la atención del salón entero sobre ti, lo que te faltaba. Intentas mantener la calma y comienzas a hablar, pero nunca falta el que te pregunta: "¿Porqué hablas tan chistoso?". Y así comienza la lluvia de intentos por adivinar el lugar de donde vienes.
De pronto tu adorada metrópoli, se convierte en el rancho más alejado y aislado de México, cualquier ciudad comparada con Guadalajara, se considera un rancho ó un pueblito si bien te va.
Sobrevives al primer día de clases y piensas que ya la hiciste, no es hasta que llegas a casa que te das cuenta de lo solo e indefenso que estás
Tienes hambre y recuerdas que eres tú el que tiene que cocinar, ante esto intentas aguantarla, hasta que ya no puedes más, te resignas y haces tus pininos como chef.
Abres el refrigerados en búsqueda de ingredientes para tu primera comida, y te decepcionas al ver la amplitud que puede llegar a tener un refrigerador vacío. Un trozo de pan se convierte en tu mejor amigo, mañana podrás ir a comprar lo necesario. Eso también depende de ti.
Responsabilidades, responsabilidades por todas partes.
Crees que todo va bien hasta que llegas a una tienda y preguntas por una torta. "Querrás decir un lonche" te dicen. Luchas por explicar que lo que quieres es una torta, que ya comiste tu lunch. Terminas por entender que en Guadalajara se les dice lonche, no tortas. ¿En qué clase de lugar estás viviendo? Pero eso no es todo, tu situación sigue poniéndose peor cuando en clase te da calor y pides que prendan el abanico, de pronto sientes los abucheos de todos tus compañeros, e incluso de la maestra, "¿abanicos? ¿qué es eso? ¡se dice ventilador" Estás harto. Detestas la idea de que usen palabras diferentes, crees que te cambiaste de ciudad, no de planeta.
Un día te das cuenta que no estás sólo en este infierno, tu compañero de clase es un foráneo también, y el otro, y el de atrás de ti, y otro más. Los foráneos están por todo el ITESO.
Encuentras con quien compartir tus historias y te das cuenta que no te fue tan mal a ti, que siempre hay otro foráneo que tiene más experiencias crueles que contar.



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