¡Qué manera de perder el tiempo es dormir!

Son las 5 de la mañana y pienso.

Me pregunto qué sería de mí, de nosotros si es que las cosas hubieran sido diferentes.

Y cuando digo diferentes,  ¿Qué sería de nosotros, de mí, si hubiera recibido un mensaje el día que te conocí, diciéndome todo lo que pasaría?

Si antes de besarte me hubieran hablado del llanto por la madrugada. 

De la emoción que sentí cuando me tomaste de la mano por primera vez.

Si me hubieran contado los nervios que me invadieron cuando me presentaste a tu madre.

O del dolor de corazón que sentí cuando te vi besar a otra.

Qué sería de mí si antes de entregarme a ti me hubieran dicho de ese pleito en carretera.

De aquél día en que tiré todas tus cosas esperando así olvidarte.

Si me hubieran hablado de los besos, las risas, los juegos tontos.

¿Qué sería de mí?

Si me hubieran advertido de los dolores de cabeza. De los ramos de flores. Del pastel de chocolate.

De las llamadas sin contestar y los mensajes sin enviar.

Si supiera todo. Cada detalle que ha pasado. 

Si pudiera leer nuestra historia en detalle. ¿Qué sería de mí?

Son las 6 de la mañana y pienso qué sería de nosotros si alguien me hubiera contado lo que se siente tu mano sobre la mía. O el dolor que sentí en tu partida.

Son las siete de la mañana. Antes de quedarme dormida pienso que

sin dudarlo aceptaría vivirlo todo de nuevo.

¿Qué será de mí..?