LA COLUMNA DE ANA: ERES LO QUE DECIDES.

by - octubre 10, 2017



Llevo un par de meses en los que específicamente he pensado mucho en este tema por diferentes situaciones en las que me he visto involucrada. No intento señalar a quien piensa diferente que yo, ni intento que las personas cambien. Simplemente me parece un tema muy importante del que quiero expresar mi opinión.

"No alces la voz, las damas no gritan", "no tomes de la botella, te resta puntos como mujer", "no des el primer paso, ser fácil o accesible le quita el interés en ti", "¿no has pensado que si fueras más femenina a la mejor se fijarían más en ti?"....


Estos son algunos de los comentarios que he recibido en menos tiempo del que me gustaría, no porque esté "menos peor" el hecho de que exista un lapso de tiempo más amplio entre ellos, pero justamente fueron tan cercanos uno con otro que el problema fue que llegó un momento en que comencé a creer que quizá tenían razón, posiblemente si cambiaba mi forma de ser, "podría ser el objeto de deseo de alguien más"... HASTA QUE.. ¡¿ME ESCUCHÉ A MÍ MISMA DICIENDO ESO?! 

Y no. 

Por unos momentos, dejé que los pensamientos de otras personas se apoderaran de mí y llegué a creer que tenía que cambiar mi forma de ser y volverme "menos" para poder gustarle a alguien más. "Menos ruidosa, menos brusca, menos pensante..." siempre menos. ¡Claro que no!

Así que hoy decidí hablar aquí sobre esto porque sé que no soy la única que vive esta situación, en México, existen una cantidad infinita de micro machismos que nos atacan de mil maneras diferentes todos los días. No, no se trata de un post feminista, se trata de un post en el que recuerdes que puedes ser lo que quieres ser.

Yo soy una mujer que habla fuerte, que dice lo que piensa en todo momento, que disfruta de una buena cerveza, que tiene amigos del sexo masculino de muchos años con los que comparte abrazos sin preocuparse del qué dirán, no suelo usar vestidos todo el tiempo ni zapatos de tacón, cuando hablo de temas que me apasionan muevo mucho las manos, alzo la voz, puedo decir groserías y llegar a llorar. Cuando alguien me hace reír de verdad o me hace sentir plena, río a carcajadas tan poco discretas que pueden escucharse a metros de distancia. Me gusta confesar lo que siento cuando lo siento, me gusta hacerle caso a mi corazón, a mis impulsos, me gusta vivir el momento.

Y si todo eso me convierte en una mujer que no es lo que un hombre quiere, lo siento mucho. No es mi prioridad cumplir con el check list de alguien que le gustaría estar a mi lado mientras sea más callada, más delicada, menos "intensa".

Está bien ser una mujer delicada, callada y femenina si así lo deseas, si es parte de lo que eres. Pero no te sientas mal si no cumples con esos "requisitos" que alguien te está pidiendo para que puedas entrar en el estereotipo. No voy a ser "menos mujer" porque haga o no algo y menos por la opinión de alguien. 

Así que repito, yo no intento cambiar la opinión de nadie y decirles que están mal. 
Simplemente, intento recordarme que soy lo que decido ser. 







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