Una relación a distancia con mamá.
Tener una relación a distancia con mi mamá, funciona más o menos así:
En llamarte cada día para contarte mi día y hacerte parte de mi vida fingiendo que no existe la distancia.
En recordar los aprendizajes como cocinar, planchar, cuidado personal (a los que casi nunca presté atención) y hoy que vivo sola, valoro infinitamente.
En extrañarte más que nunca los días en que me siento mal y quisiera tenerte a mi lado obligándome a tomar medicina y acostada en mi cama mientras revisas tus redes sociales, haciéndome compañía.
En extrañarte más que nunca los días en que me siento mal y quisiera tenerte a mi lado obligándome a tomar medicina y acostada en mi cama mientras revisas tus redes sociales, haciéndome compañía.
En llamarte en un momento de frustración laboral, mientras tú intentas tener las palabras correctas cuando en realidad lo único que necesito es escuchar tu voz.
En explicarte por video llamada cómo exportar un archivo de tu computadora.
En enviarte mensaje cuando llego de fiesta, porque aunque estemos lejos, no puedes dormir bien si no lo hago.
En conocer lugares lindos que quisiera compartir contigo.
En contarte primero que a nadie (junto a papá) los éxitos que voy logrando, sin importar su tamaño.
En ir de compras sola y recordar tus consejos de moda o tu voz diciéndome que me compre eso que me gustó porque después voy a querer volver.
En hablarte por teléfono mientras estoy en el super mercado para diferenciar entre cilantro y perejil.
En recibir mensajes tuyos preguntándome si “todo está bien”, cuando tengo el corazón apachurrado y no te he contado nada todavía.
En ver las mismas series y platicarlas juntas para sentir que estamos un poquito más cerquita.
En escuchar tus problemas y sentir frustración de no poder darte un abrazo.
En tener que decidir entre estar contigo, cuidarte y aprovecharte, o perseguir mis sueños y a veces dudar si vale la pena.
En odiar los diez de mayo porque no estamos juntas y querer comprarte todas las flores en cada esquina que veo.
En contar los días para vernos de nuevo.
Pero sobretodo en saber que tengo la responsabilidad de convertirme en una mujer exitosa y trabajadora como tú...
En explicarte por video llamada cómo exportar un archivo de tu computadora.
En enviarte mensaje cuando llego de fiesta, porque aunque estemos lejos, no puedes dormir bien si no lo hago.
En conocer lugares lindos que quisiera compartir contigo.
En contarte primero que a nadie (junto a papá) los éxitos que voy logrando, sin importar su tamaño.
En ir de compras sola y recordar tus consejos de moda o tu voz diciéndome que me compre eso que me gustó porque después voy a querer volver.
En hablarte por teléfono mientras estoy en el super mercado para diferenciar entre cilantro y perejil.
En recibir mensajes tuyos preguntándome si “todo está bien”, cuando tengo el corazón apachurrado y no te he contado nada todavía.
En ver las mismas series y platicarlas juntas para sentir que estamos un poquito más cerquita.
En escuchar tus problemas y sentir frustración de no poder darte un abrazo.
En tener que decidir entre estar contigo, cuidarte y aprovecharte, o perseguir mis sueños y a veces dudar si vale la pena.
En odiar los diez de mayo porque no estamos juntas y querer comprarte todas las flores en cada esquina que veo.
En contar los días para vernos de nuevo.
Pero sobretodo en saber que tengo la responsabilidad de convertirme en una mujer exitosa y trabajadora como tú...
Te amo, mamá.
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