No estoy perdida, estoy viviendo el amor.
Hoy me cuestionaron la razón por la que he dejado de escribir aquí. Y fue la razón misma quien me hizo la pregunta.
Contesté que la felicidad me tenía lejos de las letras y de mi blog, porque en realidad lo creo.
Cuando tengo tristezas y confusiones, solo pienso en desahogarme de la única manera en que sé hacerlo para mantenerme cuerda. Escribiendo.
Pero hace poco más de un año que llegó la estabilidad a mi vida y con ello se fueron mis ganas de sentarme a escribir mis tristezas, pues se habían ido.
Es cierto que de vez en cuando le escribo al amor, a mi amor. Sin embargo, suelo decírselo tanto de frente que no es necesario sentarme a plasmarlo aquí.
Pero sí, claro que extraño mis letras, los cafés y a quien me lee.
Es por eso que hoy estoy aquí. Recordando quien soy en este rincón del internet y que aquí puedo decir todo eso que me cuesta decir en voz alta cuando no me siento bien.
Y bueno, si he de escribir de amor una y otra vez para no alejarme de aquí, pues...¡qué viva el amor! ... ojalá no me tomen como una perdida enamorada que no tiene otra cosa de la cuál escribir, pero bueno, si me cononcen saben que lo cursi siempre ha estado en mí.
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