A ti:

Espero que estés bien. Que la vida te esté tratando justamente, y que la suerte se ponga de tu lado. Sé que no fuiste siempre bueno conmigo, pero eso no evita que te aprecie y que te deseé lo mejor, porque sé que en el fondo eres una buena persona, una excelente persona, de hecho. Tienes sentimientos, igual que yo, si no es que más. Te duelen algunas cosas que a mí me duelen también, pero intentas evadirlo. A veces creía que decirte adiós sería imposible, que nunca podría despegarme de ti, que a pesar de la distancia no podría dejar de procurarte. Pero el día llegó, me cansé. Sufrí bastante y la verdad, fue un dolor innecesario. Ya no debía seguir con eso, te quiero mucho, pero me quiero más a mí. Y no podía permitir que me estuvieras lastimando con tus actitudes ó maneras de contestar. 

Si, te quiero. Fuiste alguien muy importante en mi vida, y seguramente mis hijos sabrán de ti a escondidas de su papá. ¿Quién lo diría, no? Alguna vez llegué a imaginar que tu podrías ser el padre de mis hijos. ¡Lo que te hace pensar el amor! Ya no lo creo, ya no he vuelto a tener ese pensamiento en mi mente. Claro que me gustaría que mis hijos tuvieran un padre como tú, que te hubieran tenido de ejemplo, darían como resultado unas personitas exitosas. Pero desde que cambiaste, desde que eres el que no quieres ser, ya no lo quiero. No me gustaría que mis hijos fueran personas que tienen sentimientos y que tratan de esconderlos, que intentan distraerse para no sentir, y que tratan a las personas fríamente para no involucrarse con ellas. Eso no es lo que quiero. 

Mi vida sin ti, va bien. Espero que sea lo mismo en la tuya. Sé que tu vida "no es un cuento de hadas" pero espero que algún día lo sea, a pesar de todo, lo mereces. Mereces lo mejor. Y sé que encontrarás una persona que te ame con locura, y que te haga feliz, como alguna vez lo fuiste. Me gustaría que ese día llegue pronto, que llegue alguien y llene todos tus vacíos y te haga ser quien quieres ser. 

Pero si me dejas darte un consejo, no la dejes ir. No la pierdas. Entrégate y sé feliz. No intentes alejarla de ti. Y si el destino los hace separarse,  no te des por vencido tan fácil. Las cosas así de buenas no llegan todos los días. Sé fuerte, ten el valor suficiente y lucha por ella. No cometas el error que cometiste conmigo. 

Espero que la vida te esté tratando bien, como a mi. Que seas muy feliz. Y que mantengas en tu memoria los buenos recuerdos que algún día vivimos. Así como lo haré yo.