"La vida está construida a base de momentos." dijo mi maestra de Ética el día de hoy. Y yo estuve de acuerdo con ella, pero nunca creí que este mismo día, tendría uno de esos momentos de los que está hecha la vida. Pero así fue. Lo tuve, y quiero compartirlo con quien sea que me esté leyendo ahora. Creo que es una de las entradas más personales que he escrito aquí, pero sentí ganas de hacerlo más duradero, de hacerlo más eterno que la misma tinta en mi piel, y no hay mejor modo de hacerlo que escribiéndolo.

Después de varios días de haber pasado por momentos muy difíciles en mi vida, donde creía que las cosas no podían salir peor, donde me cegué ante el dolor y no quería ver las posibilidades a mi alrededor, donde dejé mi esencia bajo mis cobijas por días enteros, escuché las palabras de mis padres, diciéndome que tenía que ser fuerte, que las cosas pasan por algo, que aunque pareciera el fin del mundo, no lo era. Que yo era más fuerte que cualquier obstáculo que me pusiera la vida. Que no se puede vivir a base de recuerdos. Que tomara lo bonito mientras había durado, y olvidara el resto.

Y sobretodo, que un corazón roto es parte de vivir.

Días después, comprendí que tenían razón, que no podía dejar mi vida como estaba, que tenía que hacer algo por recuperarme a mí misma, y seguir con mi vida. Y así lo intenté, comencé a salir de mi cama, arreglarme, volver a sonreír y dejarme envolver por los pequeños momentos felices de la vida.

Dentro de eso, decidí sin pensarlo demasiado, cual sería mi último tatuaje. Para muchos, los tatuajes son un acto de rebeldía, de maldad. Para mi, es una manera de amarme. No tatuarme porque sí. Deben tener un significado muy especial para poder permanecer en mi cuerpo por el resto de mis días. Y así fue como decidí que me tatuaría las palabras "Stay Strong", que significan "Permanece Fuerte". No estaba segura porqué, pero sabía que eran las palabras correctas. Tenía que recordármelo a mí misma todos los días, sobre todo en los momentos difíciles. Así que lo hice.

Temía contarles a mis padres sobre ello. Nunca han sido fanáticos de que me tatúe mucho. Tienen miedo de que acabe siendo toda una obra de arte con los brazos y piernas tatuadas, creo yo. Pero eso no pasará. Pueden estar tranquilos. El punto es que les conté, sabía que me esperaban regaños, con justa razón. Y que tendría que aguantarme cualquier tipo de opiniones. Estaba dispuesta. Estaba preparada.

Sin embargo, para lo que no estaba preparada fue para el momento en que mi papá me preguntó:

- ¿Y qué significa "Stay Strong"?

Al momento en que le contesté: significa, "Permanece Fuerte", comencé a llorar. No estaba segura porqué, pero no podía dejar de sentir que decirle a mi papá el significado de éste, era algo muy especial.

Conforme las lágrimas rodaban por mis mejillas y mi corazón sentía algo tan inexplicable como puede ser ese sentimiento, lo entendí. Me había tatuado las palabras de mi papá, y no sólo eso, me había tatuado su desesperación por verme bien, por hacerme entender que de verdad debo ser fuerte.

Me paré de mi asiento y corrí al espejo más cercano, levanté mi blusa y observé el tatuaje. Lo amaba. De pronto vi a mi papá reflejado en él. Recordé su expresión y su mirada al decirme que debo ser fuerte. Y lloré más. No podría haberme tatuado algo mejor.

No pude haber elegido mejor un último tatuaje. Sinceramente no encuentro la manera de poder explicarles lo que pasó en ese momento, no creo que existan palabras para poder expresar esa conexión entre la tinta, mi papá y yo.
Pero la hubo, y quedó grabado en ese tatuaje debajo de mi pecho.