Recuerdo aquél día en que me preguntaste si es que acaso te quería, que todo este tiempo habías pensado que el único que entregaba todo de sí eras tú. Incluso me dijiste que era importante decirle a la pareja que la amas para que no se olvide, para que esté presente.

Hoy quiero decirte que lo hice más veces de las que crees, que cuando pensabas que callaba en realidad gritaba al mundo entero lo mucho que te amaba. 

Lo hice al prepararte una taza de café todas las mañanas, al contestar de inmediato tus mensajes y al desearte los buenos días cada amanecer. ¿Recuerdas todas esas veces en que dejé que pusieras tu canción favorita en el auto? En realidad la odiaba, pero verte sonreír mientras cantabas bastaba para mí. Y esa noche en que más guapa que nunca dejé la fiesta por ir a cuidar tu dolor de cabeza, a prepararte un sándwich, a estar contigo. O cuando te llamé más de seis veces para saber cómo seguías, para saber si estabas bien. Incluso una tarde pasé horas enteras intentando cocinar una receta nueva sólo para ti, cuando detesto la cocina...

Probablemente nunca lo notaste, o quizás estabas acostumbrado a mis detalles. Sin embargo, quiero que sepas que lo que hice por ti no lo haría por cualquiera, que mis palabras, mis acciones, los besos robados, mis horas en la cocina, o los mensajes inesperados sólo son mi manera de decirte que te amo....