Querido pasado:
Sé que no llevamos la mejor relación de todas y sé que muchas veces hemos luchado por dejarte atrás donde se supone que debes estar.
Pero la verdad es que hoy entiendo que esta guerra debe terminar y es por eso que hoy te escribo, quiero dejar todo en paz.
Creo que es importante que sepas que cuando fuiste mi presente, fuiste definitivamente lo mejor y lo peor. Y, ¿sabes qué? Si no hubiera sido por ti, no sería ni cerca la persona que soy hoy. Así que gracias, porque incluso los golpes duros de la vida nos enseñan a crecer.
También he aprendido que no debo vivir anclada a ti. Descubrí que te uso de pretexto para recordar personas o momentos que ya no están, o incluso para guardar rencores que simplemente ya no tienen espacio en mi presente.
Así que hoy vengo a liberarte a tí y a mí de todo eso. Me quedaré con los recuerdos pero dejaré ir a las personas. Y los rencores o mal entendidos, esos que se vayan, prefiero conservar otros sentimientos.
Me quedo con aquél primer beso, con los abrazos de mis padres y las mariposas que sentí con aquella serenata. Lo demás hay que botarlo.
Gracias por entender que ya no puedo permitir que estropeés mi presente o detengas mi futuro.
Y te prometo que en recompensa me enfocaré en vivir momentos que se convertirán en un mejor pasado. Pero por favor, apliquemos las mismas reglas:
Dejemos ir a las personas que ya no estén en el camino y sólo guardemos el recuerdo. No conservemos malos sentimientos, quedémonos con las caricias y las risas, las miradas y los sueños. Y por favor, quedémonos con lo que se siente que te tomen de la mano por primera vez.
0 comentarios