Lo que 24 años me han enseñado
Si me conocen o han leído algunos textos míos, saben perfectamente que disfruto muchísimo de escribir sobre las cosas que he aprendido en la vida o de ciertas situaciones. Quizá me gusta escribir de esto porque es la forma en la que me doy cuenta de lo que realmente he aprendido y de otra manera nunca lo haría o no le prestaría la atención que esto merece...
Hoy cumplo 24 años. (¡Yay!)
Cuando era niña, para mí los veinte significaban ser un adulto, de esos que ya no jugaban y se tomaban la vida muy en serio, de esos que podían regañarme y hasta castigarme. Los veinte me parecían tan lejanos que nunca me preocupé en que fueran a llegar tan rápido... Pero aquí están. Llevo cuatro años viviendo en este mundo... que a final de cuentas resultó un poco distinto a lo que creí, sigo jugando todos los días y no me tomo nada tan en serio como debería (aunque algunos crean que sí)...
A lo largo de los años he aprendido un sin fin de cosas, no podría enlistarlas todas porque entonces nunca terminaría, pero creo que puedo hacer una selección de las más importantes y ponerlas aquí.
Porque me parece una buena idea festejar mis 24 años, apreciando todo lo que he aprendido hasta ahora:
1. La felicidad no es un destino, son momentos.
Antes creía que tenía que seguir una serie de pasos para ser feliz. ¿Sabes? Como, tener el cuerpo ideal, el trabajo perfecto, una familia, mucho dinero, sentía que tenía que pasar mucho tiempo para lograrlo. Pero con el paso del tiempo, me fui dando cuenta que la felicidad estaba más presente en mi vida de lo que me daba cuenta. La felicidad estaba ahí, cuando no podía parar de reír junto a mis amigos, al ver a mis papás después de muchos meses fuera, al tomar un baño caliente, al recibir un cumplido o al pasar un día perfecto con la persona adecuada. No tenía que esperar nada, todos los días algo me hacía feliz. Y eso es lo importante de vivir, ser feliz aunque sea un ratito todos los días.
Esto creo que lo aprendí por la familia de la que vengo. Siempre han creído en mí, en mis ideas, proyectos y sueños. Y en todo momento me he sentido capaz de lograrlo. Con el paso de los años descubrí que si quería algo, sólo tenía que tenerlo en mente y (eso sí) trabajar muy duro por eso. Pero que todo estaba a mi alcance, sólo toma tiempo y mucha dedicación. Y creo que este punto es muy bueno recordármelo, tienes 24 y puedes lograr lo que quieras.
3. Se tienen que elegir bien a las personas de nuestra vida.
Con el paso del tiempo, también me di cuenta que uno elige a las personas con las que pasa su vida o al menos los momentos más importantes. De todas las personas que se cruzan por tu vida, es importante que realmente pienses en quién vale la pena y quién no.. Y cuando encuentres a las que sí, cuídalas mucho, ámalas y mantente rodeado de ellas. Es impresionante el poder que te brinda estar rodeado de las personas correctas. No se trata de tener cantidad, sino calidad. Durante estos años, he aprendido a dejar ir a todas aquellas personas tóxicas que no aportaban nada a mi vida y me quedé con esas que hacen que todos los días sean perfectos.
4. Pero todos llegan por una razón
A pesar de que no todos deben quedarse en tu vida para siempre, creo que todos llegan por una razón. Amistades, relaciones, maestros, compañeros, todos llegan para enseñarnos algo. He tenido relaciones difíciles o amistades que terminan mal, pero no me arrepiento de ninguna. He aprendido tanto de cada persona con la que me crzuo que no lo cambiaría por nada. Así que, aprende, perdona y dejar ir. Esta es una lección que me ha dejado bastantes cosas positivas en mi vida.
5. Nunca te quedes con ganas de nada
Lo único peor que no hacer algo que queremos, es el arrepentimiento que viene después. La vida es muy corta para andar diciendo que no. Así sean cosas pequeñas, como comerte un postre o comprarte un vestido, bailar frente un público o robarle un beso a alguien....Hacer lo que queremos, nos va a llevar a esos momentos de felicidad de los que hablo en el punto número 1. Mis peores arrepentimientos son por no hacer las cosas. Un día terminé en la carcel por defender a un compañero, no fue ni cerca la mejor experiencia de mi vida, pero no me quedé con las ganas de defender lo que me parecía injusto y con eso me basta.
6. Decir no
Esto sí que me llevó mucho tiempo aprenderlo, pero en cuanto lo haces por primera vez, se hace más sencillo. Antes evitaba decir "no" por miedo a ofender a las personas, porque se enojaran o porque creyeran que era antipática... Después de muuuuchas veces en las que por complacer a los demás, me di cuenta que no estaba haciendo nada por mí bienestar, aprendí a decir no. Claro que al principio tuve muchos problemas y a la gente le parecía de mal gusto que lo hiciera, pero ¿qué crees? con el paso del tiempo, la gente se acostumbró a que tenía derecho a decir que no si no tenía ganas e incluso gané respeto por eso. Así que, si no sabes decir no, deja de perder tu tiempo y empieza a hacerlo. Es lo más liberador del mundo.
7. La vida va más allá de las apariencias
Este punto es súper importante. Antes, solía envidiar mucho a otras personas, especialmente cuando veías sus redes sociales, pero aprendí que es muy fácil fingir una vida perfecta y que muchas veces, la mitad de las cosas que se publican son reales. Así que, no dejes que las apariencias te engañen y te hagan sentir mal contigo mismo. Descubre qué quieres ser y enfócate en lograrlo, sin mirar al de a lado.
También aprendí que verme de cierta manera no me iba a dar la felicidad que necesitaba, antes creía que si bajaba 10 kilos, sería feliz, exitosa, tendría un novio...Pues bajé los 10 kilos y todo seguía igual, nada había cambiado. Así que, créeme, busca tu felicidad y tu salud, pero ni la ropa, ni tu cuerpo, ni tus redes sociales, hacen la diferencia, eso lo logra únicamente tu actitud y determinación.
8. Conocer a una persona vale la pena
Esto me ha costado mucho tiempo entenderlo. Pero haberlo hecho, me abrió los ojos completamente. Conocer a una persona te puede cambiar el mundo entero. No me refiero a presentarte con alguien, hablo de pláticas de horas, preguntarle sus miedos, sus sueños, conocerla por sus acciones, por la manera en que te mira, el tono de su voz cuando cambia de ánimo, conocerla de verdad. Créeme, vale la pena, y mucho.
9. Si te caes 7 veces, levántate 8
A lo largo de los años, he conocido muchas personas que si caen, ya no quieren intentarlo de nuevo. Entiendo que duele y mucho, pero la vida se trata de intentarlo las veces que sea necesario hasta lograr los resultados que buscamos. ¿Cómo crees que aprendiste a caminar?...
10. No te guardes lo que sientes
Esto lo aprendí muy chica. No me acuerdo muy bien de porqué salió la conversación o cuál era el punto que nos llevó a esa plática, pero recuerdo perfectamente a mi papá diciéndome que cuando me gustara un niño, se lo dijera, así, sin rodeos: "Me gustas". A partir de entonces, decidí que siempre que no pudiera más, lo diría. Y así ha sido. Por medio de cartas escritas a mano, por mensajes de texto, whatsapp o en persona, pero nunca me he callado lo que siento. Antes creía que podía terminar mal, hoy sé que las personas lo suficientemente maduras, no dejarán que eso termine mal. Porque, no tiene absolutamente nada de malo sentir. Al contrario, es grandioso. No siempre van a corresponderte, pero eso no tiene que detenerte de decir lo que sientes, déjalo salir, quítate ese peso de encima, comparte la responsabilidad de tus sentimientos...
11. Nunca dejes ir la inspiración
Con el paso del tiempo, aprendí que la inspiración hay que tomarla cuando llegue. Así sea en el transporte público, mientras te bañas, de madrugada. Las buenas ideas son así, no tienen horario. Nunca dejes ir la inspiración, puedes dejar ir la mejor idea de todas.
12. Recuérdale a tus seres queridos lo mucho que los amas
Lamentablemente, aprender esto, me tomó muchos dolores de corazón...Me di cuenta, en momentos muy difíciles, que es importante recodar que quieres a alguien antes de que sea demasiado tarde o que esté en situaciones complicadas. Nadie tiene la vida asegurada, eso también lo aprendí al mismo tiempo.
13.No te vas a morir por un corazón roto / No dejes que te mate.
Por más dura que sea la caída, nunca te vas a morir de desamor. (Al menos, que eso te lleve a una depresión crónica y bueno, otros motivos te orillen a cometer errores que ojalá nunca sucedan). El desamor duele mucho, sí. Algunas veces, fallamos tanto que incluso llegamos a creer que el error somos nosotros, pero no. El amor es un tema complicado, pero eso no quiere decir que debamos entregarnos por completo y disfrutar cada momento. Creo que el aprendizaje aquí, fue.. "no dejes que te mate"... entendí que estaba en mí no darle el poder suficiente a una relación que no funcionó para arruinar mis relaciones futuras.
14. Todo en esta vida es un aprendizaje
Lo más importante de todo, es que durante estos 24 años, he aprendido que de todo se aprende, así tal cual. Y me gusta, me gusta saber que a cada paso estoy descubriendo algo nuevo, que va a dejar algo en mí y que después me podrá servir de algo.
Hoy tengo 24 y me causa una emoción gigante el pensar en todas esas cosas que voy a seguir aprendiendo mientras tenga vida. El deseo de conocer personas nuevas, vivir experiencias diferentes, caerme de nuevo, intentar y fracasar hasta lograr, y sobretodo.. el deseo de ser feliz a cada momento, me tienen expectante. Y a pesar de las crisis existenciales que pueden existir a esta edad, creo que me quedo con la felicidad que me causa estar en la edad adulta y seguir jugando y tomándome las cosas "no tan" en serio.
¡Feliz cumpleaños a mí!
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