Gris.

by - mayo 04, 2014



Sabía perfectamente lo  que iba a ponerme ese día, no qué iba a sentir, ni cómo iba a reaccionar, sólo  que debía usar ese vestido gris que tanto te gustaba.

Lo busqué entre esas prendas de ropa que ya casi no utilizaba, no estoy segura si por los recuerdos que me traían, porque los consideraba fuera de temporada, o simplemente ya no quería que alguien me dijera lo linda que me veía en esos vestidos si no eras tú. 

Ahí estaba, ese vestido en gris que parecía el cielo a las siete de la tarde en un día nublado, ese mismo que usé el día en que salimos por segunda vez, cuando me tomaste de la mano por primera, y cuando entendí que el chocolate se disfruta mejor cuando estás acompañado. 
El mismo que utilicé aquella vez que conocí a tus padres, cuando me sentía insegura de no verme perfecta ante ellos y que tú, mientras colocabas el cabello detrás de mi oreja y me dabas un beso en la frente, me dijiste que era la mujer más hermosa del mundo y que tus padres lo notarían también. Nunca me sentí más guapa que en aquél momento. 

Y ese mismo es con el que me visto ahora, preparándome para nuestro encuentro. Cuatro años, dos novios, incontables tazas de café, y tres vestidos en diferentes tonalidades de grises después de haber terminado la mejor relación de mi vida, nos volveremos a ver. 

Haz elegido ese restaruante nuevo que han abierto la semana pasada en la misma calle que nos conocimos, no sé si ha sido coincidencia, si es tu costumbre de comer en lugares caros o si estás jugando con el destino, pero me gusta. Me gusta no saber qué está pasando y saber que me estoy dejando llevar por mis impulsos como hace bastante tiempo no lo hacía. 

Ha sido feliz, aunque no todas las noches, sobretodo al principio de esos cuatro años, había ocasiones en que me quedaba dormida llorando, pero ahora sonrío todo el tiempo y ya casi nunca pienso en ti. ¿O qué se supone que uno dice después de tanto tiempo? Probablemente no sea necesario explicar si soy feliz o no, seguramente con un saludo baste y la conversación fluya como antes, y si así fuera pasaríamos horas sin parar de reír, seguramente terminaríamos enojados y tu harías algo para que todo volviera a ser divertido. Qué días tan buenos pasamos juntos, a veces incluso olvido porqué terminamos. Realmente eramos buena pareja, o quizás no, después de todo ya no estamos juntos.

Y tú, ¿eres feliz? ¿Aún piensas en mí cuando escuchas mi canción favorita en la radio? ¿Me has extrañado estos cuatro años? Quisiera preguntarte, pero no creo que sea adecuado, probablemente estés casado, o tengas hijos, después de todo no he sabido de tí hace tantos días que tu vida podría estar completamente construída y yo ser nadie para intervenir en ella. Una parte de mí espera eso, que seas el hombre más feliz de la tierra y que hayas logrado todo lo que querías, incluso la parte de la pareja perfecta que tanto buscabas. Pero otra parte de mí, quisiera preguntarte eso y sentarme a tu lado, tomar café, y reír todo el día, darte un beso antes de cada bocado a mi pastel de chocolate y olvidarme de todo. Pero no, la vida no es tan fácil, ni las razones por las que ya no estamos juntos.

Espero que el encuentro sea llevadero, que ambos podamos compartir nuestros logros y nuevos sueños, y los podamos comparar con aquellos que teníamos años atrás, que nos reconozcamos en el silencio, y la vida siga como debe ser. Que si debemos estar juntos lo estemos, si nos tenemos que ver dentro de otros cuatro años lo hagamos, o si decidimos olvidarnos para siempre, podamos intentarlo.


You May Also Like

0 comentarios