Confesión.

Que extraño tus brazos abrazándome, tus besos en mi boca, y tus ronquidos por las noches. También querer contarte cada cosa que sucede en mi día y tus intentos por hacernos funcionar.
Añoro tus comidas para dos, y nuestro sueño de adoptar un perro. Tus llamadas para escuchar mi voz, y mis ganas de desearte buenas noches.
No sé que tan mal esté confesar que te extraño, que detrás de todo ese odio que digo sentir, existe amor.
1 comentarios