01:54
![]() |
Foto: Erick Díaz |
Siéntate un segundo a mi lado, no pienses en nada, deja tus preocupaciones del otro lado de la puerta. Sólo entra y toma asiento. Recuerda que siempre eres bienvenido aquí a mi lado, entre más cerquita mejor.
Cuéntame cómo te ha ido, lo que has logrado, tus nuevos sueños y lo que te hace sonreír. Olvídate de las tristezas, aquí no entran.
No recuerdes nuestro pasado, no hubo nada antes. Somos ahora, y es lo que importa. Háblame.
Deja de preguntarme el porqué, las respuestas ya no importan. Sonríe. Muéstrame esa sonrisa en la que me pierdo por horas. Ríe. Ríe conmigo como la última vez. Sólo pasa y acércate a mí.
Platica conmigo hasta el amanecer, hasta que la última copa de vino se termine y el peso de nuestros párpados sea lo que termine con esta conversación. Pasa, deja el orgullo allá. Entra liviano y con ganas de compartir unas horas de tu vida conmigo. Veamos las velas consumirse, el sol esconderse y la luna brillar. Sólo quédate aquí hasta que ya no quieras.
1 comentarios