Nos gusta creer que sí...
Me daba miedo sentir de nuevo, enredarme, querer de más y volver a fallar.
Decidí no abrir mi corazón y mantenerme firme,
el cansancio de los fracasos me recordaba que debía dejar de intentarlo por un tiempo.
Estar conmigo y olvidarme del resto.
Pero llegaste queriendo cambiarlo todo.
Enseñándome que sí.
Que no todo está mal, que la vida son momentos
y que si no es ahora, no habrá cuando.
Me gritaste a besos que soy suficiente,
intentando derrumbar mis barreras con tu sonrisa.
Hiciste de tu compañía mi pasatiempo favorito,
pero los miedos no se van.
Y es que a pesar de todo,
nos gusta creer que sí aunque sabemos que no.
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