Buenos días queridos lectores. En realidad, no son tan días, estoy a diez minutos de que sean buenas tardes. Pero como sea. Llevo un buen rato en mi cama, dando vueltas, intentando tapar la luz que entra a mi cuarto con cobijas, almohadas, etc. Pero ya nada sirve. Es inevitablemente muy de día y esa luz ya no se puede tapar.
Hoy acompañaré a mi amiga Rosa Delia a que se ponga su primer tatuaje. ¡Qué emoción! Hace un año me hice el primero y recuerdo la emoción que sentí, imagino que debe sentirse igual. Y yo, como solidaria amiga que soy, me haré otro también. Uno pequeño, en mi muñeca izquierda. El símbolo de infinito. Al rato subo fotos sobre nuestra experiencia con la tinta y las agujas.
¡Que tengan bonito día!
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