Me enamoré 15 minutos.
Tuve un enamoramiento de 15 minutos en un café.
Miradas y sonrisas involucradas. Fue increíble.
Tengo una fascinación por los amores fugaces:
Duran lo que tienen que durar
Duran lo que tienen que durar
y sólo duelen lo que tarda en enfriarse una taza de café.
Las infinitas posibilidades de pasar de nivel lo hacen emocionante:
Las infinitas posibilidades de pasar de nivel lo hacen emocionante:
Un saludo,
un apretón de manos,
un con permiso,
incluso una invitación.
O al menos, un final de telenovela.
O al menos, un final de telenovela.
En este caso, mi final se resume en irse para siempre de mi vida sin decir adiós.
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