Todas las historias de amor, merecen ser contadas.
1.
Han pasado tres veranos desde el día que nos conocimos.
Siempre supimos que estábamos destinados a ser.
Nuestra conexión era increíble y no se parecía nada a lo que yo creía que iba a sentir el día que encontrara al amor de mi vida.
La vida se encargó de ponernos pruebas y mostrarnos caminos distintos que nos llevarían a inevitablemente, separarnos.
Seis meses atrás, mientras caminaba por la calle, lo volví a encontrar. Seguía siendo él pero algo era distinto. Era una nueva versión de ambos, nos sentíamos vivos, habíamos logrado todos esos sueños de los que hablamos antes y queríamos estar juntos con las mismas ganas que la primera vez.
Hace poco sentí miedo de perderlo y eso únicamente me hizo entender que no importa lo que pase, de aquí en adelante, quiero permanecer a su lado en buenas y malas.... y no perderlo jamás.
2.
Decir que contar esta historia no me duele, sería mentir.
Más que hablar de un romance de película, quiero contar mi realidad: Un amor que a pesar de tanto, no se muere.
La gente juzga y dice que he cometido pecados. El primero, haberme enamorado de alguien muchos años menor que yo, el segundo, que sea alguien con familia.
Pero es que nadie entiende hasta que vive la historia desde adentro.
"Ustedes vibran bonito, muchachos", nos llegaron a decir sin saber que efectivamente lo hacíamos, pero a escondidas.
El destino, la vida o nuestras ganas, nos hicieron pasar mucho tiempo juntos, nos refugiábamos en pretextos que nos hacían compartir palabras, cafés y nuestra compañía.
Las cosas entre nosotros no podían ser a pesar del gran amor que yo sentía. Enamorada, pero centrada. Nunca quise romper su vida o los corazones que lo acompañaban en su camino. No soy así.
Un día, después de algunos años, terminó con nuestra historia sin ninguna explicación. Buscó alguien más joven y se quedó con ella.
Aún no entiendo qué fue lo que sucedió, nada parecía un juego pero quizás siempre lo fui para él.
Algunas noches me siento estúpida por extrañarle, pero en esas cosas uno no puede mandar.
Hoy estoy con alguien nuevo, pero no encuentro nadie que me haga sentir lo que un día él hizo en mí.
Supongo que seguiré contando esta historia hasta que un día simplemente deje de doler...
3.
Hace dos años comprendí que nada es imposible en el amor.
Cuando lo conocí quedé flechada y lo supe que lo quería a mi lado. Sin embargo, ambos teníamos pareja y no hice nada por cambiar las cosas. Me gustó desde lejos y lo dejé ir. Dicen que el universo trabaja de maneras misteriosas pero yo no lo sabía hasta que fue mi turno.
Trece años después, la historia de amor de alguien más, nos reunió de nuevo. Coincidimos en una boda y descubrimos que queríamos intentar algo.
Hoy estamos juntos y entiendo que las personas que están destinadas a estar juntas, lo estarán a pesar todo y que el tiempo es sabio.
4.
Siempre me ha gustado escribir.
Inventar historias con finales felices que me hacen sentir que todo puede pasar, pero no fue hasta ese día en que comprobé que en realidad existen.
Él siempre fue mi amigo incondicional, estuvo día y noche a mi lado, alentándome siempre a ser una mejor versión de mí, a entregarlo todo e incluso fue parte de mi recuperación el día que perdí a mi madre. Nunca tuvo miedo, siempre estuvo ahí, juntito a mí.
No estaba segura de que él lo supiera, pero mi corazón le pertenecía completamente.
Un día decidí escribirle un cuento que hablaba de nosotros y él a cambio me regaló el beso más bonito de todos. Sin embargo, los días pasaron y no se habló más del tema.
Fue hasta un día en que sin pensarlo, se arrodilló y me pidió que fuera su novia...."He pasado los últimos seis años buscando las palabras adecuadas para pedírtelo y creo que por fin las he encontrado", me dijo. Ninguno de mis cuentos había sido tan bonito como el que estaba viviendo en ese momento.
Y hoy estoy segura de que nuestra historia no tendrá final....
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