Finales y comienzos.

by - noviembre 29, 2018



De mi madre aprendí a darle gracias a las cosas por haber estado en tu vida. No importa por cuánto tiempo lo hicieran, mientras hubieran estado, era necesario agradecer antes de dejarles ir.  

Así lo hice con juguetes, tesoros y personas. Así lo he hecho con algunas casas. La segunda me dolió más, pero hoy estoy diciéndole adiós a una tercera que me tuvo en ella por diez meses y siento que no me puedo ir sin agradecerle antes. (y como yo escribo todo y soy muy cursi pues, aquí estoy)

Porque esta casa me ayudó a renacer, a decir "esta vez sí puedo", a creer en mí de nuevo, a convertirme en un poquito más adulta, a pagar la renta y las cuentas, a transformar un lugar triste en mi refugio con un poco de pintura azul y cortinas hechas por mamá. Porque aquí me armé de valentía para correr de mi vida a un gran error que me causó un dolor que ojalá nunca hubiera conocido.

Porque en esta casa aprendí a compartir mi hogar, a abrirle las puertas a quien lo necesitó aunque fuera una experiencia totalmente distinta. A esta casa volví después de esa cita que me dejó sintiendo mariposas en el estómago, aquí bebí con mis amigas mientras hablamos de la vida, fue el lugar donde hubo comidas familiares con amigos y donde me atreví a dar un primer beso. Aquí también me dijeron te amo y bailé en la cocina.

En este hogar empecé a cocinar y aquí aprendí a luchar con un ratón, soñé con mi futuro, hice planes imaginarios y peleé con los vecinos. 

Aquí hubo tanto, que inevitablemente duele poco decirle adiós. Pero mi vida se caracteriza por los finales inesperados y comienzos repentinos, y la verdad, espero que así siga siendo siempre. 


You May Also Like

0 comentarios